Los médicos y las enfermeras llevan una gran carga a cuestas en el ejercicio de su profesión. Más allá de la responsabilidad que tienen con el cumplimiento del tratamiento de los pacientes internados, su oficio implica la interrupción repetitiva de su sueño, lo cual puede acarrear consecuencias graves a su salud.
Hasta ahora, la prevalencia de trastornos de sueño no se había estudiado a gran escala entre las enfermeras estadounidenses. Pero un grupo de investigadores decidió abordar el tema recientemente.
La prevalencia de trastornos de sueño en trabajos por turnos
Francis Christian, miembro de segundo año del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Oklahoma, lideró un equipo que aplicó una serie de encuestas en línea a las enfermeras de un centro médico de atención terciaria, reuniendo un total de 1,165 encuestadas, todas ellas mayores de 18 años.
Las enfermeras no duermen lo suficiente
Los resultados indican una alta prevalencia de sueño insuficiente entre las enfermeras encuestadas, así como síntomas de trastornos del sueño.
El 49 por ciento de las enfermeras tuvieron un promedio de menos de 7 horas de sueño por noche, mientras que el promedio general de sueño nocturno fue de 6.6 horas. 31 por ciento de estas presentaba síntomas de insomnio crónico, y 4.5 por ciento mostraba somnolencia excesiva durante el día.
A su vez, 27 por ciento de las enfermeras aseguró que usaba medicamentos para ayudarse a dormir, y 13 por ciento usaba medicamentos para mantenerse despierta.
Por otro lado, 31 por ciento de las encuestas presentaba síntomas indicativos de trastorno del trabajo por turnos, y 18.5 por ciento mostraba riesgo moderado o grave de apnea obstructiva del sueño.
Los resultados impresionaron a Christian, la autora principal del estudio, quien señaló:
“Nos sorprendió la cantidad de enfermeras que posiblemente padecen trastornos comunes del sueño, especialmente el insomnio crónico y el trastorno del trabajo por turnos. Las enfermeras tienen un mayor riesgo de sufrir trastornos del ritmo circadiano del sueño y la vigilia, como el trastorno del trabajo por turnos. El reconocimiento debe llevarse a cabo para que podamos evaluar adecuadamente y hacer modificaciones de programación para ayudar a aliviar la carga del trastorno del trabajo por turnos entre las enfermeras”.
La Academia Americana de Medicina del Sueño recomienda que los adultos duerman siete horas como mínimo durante la noche de manera regular para favorecer su salud.
A causa de las interrupciones y demás factores inherentes a su trabajo, muchas enfermeras presentan mayor riesgo de sufrir alteraciones de sus ciclos circadianos, por lo que este estudio puede servir de base para intentar mitigar esta situación.